Tu cuerpo es un templo

 Es común darle importancia a todas las cosas que nos ocurren en nuestro mundo, y dejamos de lado cosas tan esenciales y longevas como nuestro cuerpo.

¿Realizas deporte asiduamente? ¿Duermes lo suficiente cada día? ¿Descansas lo necesario? ¿Prestas atención a tu alimentación?

Todas estas preguntas, por lo general, tienen la misma respuesta. NO. Y es No, porque no le damos la importancia que requieren todas y cada una de estas cuestiones.

Pero lo que no sabes, es que tu cuerpo es tu templo, un templo que guarda tu verdadera esencia, lo que eres tú verdaderamente y lo que te diferencia del resto de las personas.

A menudo creemos que todo depende de nuestra cabeza, y dejamos de lado nuestro cuerpo, pero...¿serias capaz de hacer todo lo que haces sin tu cuerpo? Por eso, tu cuerpo importa mucho más de lo que crees.

¡¡ CUIDA Y PROTEJE TU CUERPO !!

¿Cómo lo tratas día a día? ¿Dejas que se exprese? ¿Le escuchas cuando quiere reír? ¿Y cuando quiere llorar? ¿Y cuando quiere expresara su placer?

Sinceramente lo dudo. A menudo tendemos a hacer caso a nuestra mente racional, que es la que nos limita la libertad de sentirnos y mostrarnos tal y como somos, y generalmente nos guardamos los sentimientos para cuando estamos solos, para cuando no haya nadie. No nos gusta mostrarnos tal y como nos sentimos, padeciendo una especia de amnesia delante del resto y haciendo una vida en modo automático.

Lo que no te das cuenta, es que tu cuerpo sufre castigos cada vez que esas palabras, esos sentimientos, esos miedos, no salen a la luz y te los tragas por temor a ser juzgado/a.

Esto también pasa con la alimentación, cada vez que ingieres comida mal preparada, con alimentos con exceso de azucares o grasas, así como toxinas o medicamentos....

Piensa que tu cuerpo te permitió traer a tus hijos al mundo, es capaz de encenderte de gozo en el amor. También te permitió saber lo que es perder alguien y que la tristeza se apodere de ti. por él has sido capaz de recorrer camino, conocer lugares, probar comidas, disfrutar del arco iris y bailar bajo la lluvia

En definitiva, tu cuerpo es tu templo, porque es el le da alas a tu alma.